Ajilimojili : junio 2014

Hace unos días tuve el privilegio de volver a uno de los restaurantes referentes de nuestra gastronomía, ARZAK.

No creo que hagan falta demasiadas presentaciones pero haremos un pequeño resumen.

Aunque no lo creáis, Arzak tiene muchos años de historia. El restaurante fue fundado por los abuelos de Juan Mari siendo inicialmente una tasca, después sus padres lo convirtieron en una casa de comidas de renombre y como no, años mas tarde se hizo con la dirección del restaurante convirtiéndolo en un templo de la gastronomía después de haber estudiado cocina y trabajado codo a codo con los mejores chefs de la época como Bocusse, Troisgros, etc. También ha ganado numerosos premios a lo largo de su carrera como el premio nacional de gastronomía en 1974, mejor cocinero de Europa en el año 1992 y sus 3 estrellas michelín.

Aquí una foto con Juan Mari hace un par de meses. No es del día de la cena, pero como no tenemos otra con él pues ahí va, ¡que todo vale!

Su hija Elena está tomando las riendas del restaurante y parece ser una digna sucesora de su padre trabajando duro para que el restaurante se siga manteniendo en el número 8 según la revista británica "Restaurant". Ella tampoco se queda atrás, que también tiene sus reconocimientos; los últimos Mejor jefa de cocina Nacional en 2010 y Premio a la mejor chef del mundo en 2012.

Teníamos la reserva relativamente pronto, sobre las 20:30. Llegamos muy puntuales y nos acomodaron el la segunda planta. Creo que estaban contentísimos con nosotros, al recibirnos nos comentaron que éramos los únicos clientes españoles de la noche, note cierta alegría en la chica mientras me lo dijo... La sala preciosa, una mezcla de tradición por sus fotos y de modernidad por el resto de la decoración.

Con un trato bastante cercano y familiar nos tomaron la comanda para posteriormente dedicarme a la ardua tarea de la elección del vino. Será que me entró algo de pereza cuando vi la carta (que no era demasiado larga), pero no me apetecía estarme otros tantos minutos decidiendo. El sommelier se acercó, me preguntó, dudé en pedir un Riesling pero no lo tenía nada claro. Lo que tenía claro es que no quería un vino de ésos calificados "para chica". Y de repente me vino, no se si la inspiración o lo que mas a gusto me apetecía beberme en ése momento:

( Os pongo la conversación "aproximada" )

Sommelier.- ¿Les puedo ayudar? ¿Habían pensado en algún vino?

Yo.- Hola, pues he mirado un poco por encima la carta pa´que te voy a engañar. Pero ¿no tendréis por casualidad el Vallegarcía?

Sommelier.- ¿Cual, el Viognier?

Yo.- Si...

Sommelier.- ¡Si! Había pensando en recomendárselo dado que no quería un vino blanco demasiado fresco y afrutado.

Yo.- Pues ya está, mira que bien...

Y después de ésta interesantísima conversación nos pusimos manos a la obra.

Perdón por la foto, sé que está fatal. Puede que no se lea bien la añada, pero se trata de un Vallegarcía blanco 2008, un vinazo Toledano 100% Viognier.

Sé que no os gusta que me enrolle tanto, que preferís las fotos chulas a leerme. Pero ya no os hago sufrir mas, os dejo con mi menú.

Los aperitivos fueron:
Chorizo con tónica
Antxoa con fresa marinada
Diferentes panes con aceite
Gilda de zanahoria y ssam-jang

Puding de kabrarroka con kataifi

Amargo de frambuesa

Cromlech de mandioca y huitlacoche
( Suflado de mandioca hidratada con huitlacoche relleno de una preparación de cebolla, té verde y foie )

Roca de txangurro
( Txangurro sobre "roca de algas" y cubierta de huitlacoche )
Éste plato mi encantador acompañante no lo quiso compartir conmigo, pero no por ello os lo dejo de enseñar.

Kokotxas en hojas de bambú
( Kokotxas de merluza a la parrilla posadas sobre una hoja de bambú y semillas de teff )

"Filete con patatas"
( Lomo de lubina levemente marinado con ginebra, patatas coloridas e impregnadas de varios sabores )

Cordero con yeso y tupinambo
( Cordero con tupinambos enyesados y asados, yuca frita y su jugo )

Trufón de chocolate
( Trufa voluminosa de cacao y azúcar que guarda en su interior un cremoso de
chocolate y algarroba )

Buscando avellanas en tierra

Petit fours
( La ferretería en versión chocolate )

La mayor parte de las locuras de éste restaurante se las debemos a Xabi Gutierrez, genio-creador-I+D indiscutible de Arzak.

Esperamos que os haya gustado a todos, besitos y hasta la próxima!!!

Éste es el último post que tenía pendiente de Brasil, pero no os penséis, que no me había olvidado ni de Irajá ni de su chef Pedro de Artagâo.

Irajá es un restaurante gastronómico, con la importancia que se le da al producto local servido de una manera informal pero sin perder en ningún momento la profesionalidad, el cariño y el respeto por lo que hacen.

Fue una visita sorpresa y no programada en el viaje. Con un par de recomendaciones y un poco-mucho-bastante de insistencia conseguimos mesa. No creáis, pero está bastante solicitado.

El local ya sólo por fuera nos fascinó. Un restaurante con un aire colonial de fachada blanca preciosa, muy elegante.

Y el interior aun mas bonito. Un recibidor que daba la sensación de que estar en el salón de tu propia casa, muy hogareño, fresco y luminoso.

Y la comida... pues estupenda. Con buen producto, técnica y presentaciones vistosas poco mas queda por decir. Simplemente acercaros el menú que comimos aquella noche y con la que tanto disfrutamos. Esperamos que os guste.