jueves, 23 de julio de 2015

Vinoteca (Abadía Retuerta)




Hoy tenemos un post completito chicos. Paseo entre viñedos, visita guiada por la Abadía y su "cueva-bodega", le sigue cena en la Vinoteca, una larga tertulia y buena compañía. ¿Queréis verlo? ¡Os invito!




Muchos de vosotros sabéis que en Abadía Retuerta cuentan con un restaurante premiado con una Estrella Michelín, el Refectorio.

Por lo visto han respetado el uso original del comedor de estilo contemporáneo para darle un toque mas íntimo junto con los muebles de la época, pues los monges allá por el siglo XIII también utilizaban esta sala para comer.





Mi visita privada por la Bodega incluyo, entre otros la de la Abadía y todos sus rincones. 

Os aseguro que es digno de ver.




Nos explicaron que los angelitos que aparecen en la cúpula de la foto de la izquierda inspiraron el etiquetado de las botellas... ;)




Tengo que confesar que no estaba muy dada por las estrellitas michelín durante mis recientes vacaciones, pero dado que mis amistades me acercaban muy mucho a sus cocinas y que una comida rica con vino de primera no le sabe mal a nadie y menos a mí me decante por su Vinoteca en vez de por el gastronómico, y os aseguro que nada le tiene que enviar el uno al otro porque comí de maravilla...








La entrada a la Vinoteca ya nos llama mucho la atención. Cientos de botellas de la propia Bodega perfectamente colocadas por toda la pared nos daban la bienvenida a un espacio muy acogedor pero a la vez un tanto informal.




La oferta que tienen es algo mas ligera que la del gastronómico, aunque con unas presentaciones muy cuidadas que nos daban al ojo y nos decían "cómeme". Todo estaba de 10 y con pena de no probar parte de los platos de la carta. La excusa perfecta para tener que volver en otra ocasión.


El menú que eligieron para nosotros fue el siguiente:


Picoteo de hummus con pan casero



Foie mi cuit con láminas de pan crujiente y remolacha agridulce



Croquetitas de jamón ibérico D.O Guijuelo



Cogollos de Tudela con aliño de hierbas, pollo de corral y tomates semi secos



Brioche de langostino ecológico con salsa de tomate picante y hierbas frescas



Pulpo con puré de patata al adobillo y huevo a baja temperatura



Pastrami casero de lomo bajo de vaca con setas en escabeche y piñones



Crema cuajada de cacao con naranja, cardamomo y piñones



Todo disfrutado con los vinos de la casa. Pago Garduña 2011, Pago Negralada 2012 y el Gewurztraminer 2014 edición super limitada y fuera de los puntos de venta únicamente para el disfrute de unos pocos afortunad@s. 

Siento lo malas que son las fotos de las botellas, prometo compensároslo!




Después de la cena y para hacer un poco la digestión nos invitaron a conocer "La Cueva", una bodega situado justo debajo de la Vinoteca donde guardan la colección privada de la Abadía desde sus principios.

Un pequeño templo de Dioses del vino para ver, disfrutar y salsear. Es decir, lo que mas me gusta...








¿Os ha gustado? 

Dentro de poco tendremos mas post y entre los próximos habrá mas de una sorpresa, palabra de Ajilimojili.

¡Hasta pronto!





viernes, 10 de julio de 2015

En tierras vallisoletanas también disfrutamos de...




Ya se que lo que voy a contar en este post poco tiene que ver con la gastronomía, pero dado que he estado de vacaciones perdida por tierras de buen vino y buen lechazo podría aceptarse...

La bodega Abadía Retuerta en Sardón de Duero (Valladolid) fue el comienzo de mis días de descanso.




Una preciosa Abadía junto al río convertida en lujoso hotel de 5 stars. Visita privada en todoterreno por los viñedos, la bodega y todos sus secretillos completaron la mañana.








Seguimos hasta mi visita obligada dado que estaba por la zona, Pesqueda de Duero. El pueblo en el que nació y vivió mi amoña. Un pueblo que no llega a los 500 habitantes del que tenía un ligero recuerdo cuando estuve hace por lo menos 15 años. Que gozada pasear y recordar las calles del pueblo, la iglesia y sus dulces típicos ¡Casi me pongo a llorar!






En el camino a la Ermita de Rubialejos y su árbol centenario no me pude resistir e hice una parada técnica para básicamente hacer un poco el tonto a lo "Sonrisas y lágrimas" y disfrutar un rato del paisaje.




La casa en la que nació mi amoña fue la siguiente parada ¡tan emocionante recordarlo!




Seguimos buscando los dulces típicos del pueblo, las "Ciegas". Es lo mas parecido a una suave esponja rayada por un merengue de claras. Recuerdo la primera vez que fui haber estado en la fábrica y ver todo el proceso. Compre cajas para toda la familia...




Y el paseo por las calles intentando hacer memoria...




Terminada la parada número 2 continuamos hasta la número 3. Peñafiel, la cual también recorrí cuando era una jovenzuela.

Preciosa la plaza del Coso y el Castillo, símbolo de la Villa. 

Una visita obligada si andáis por la zona.




La plaza del Coso actualmente se utiliza para festejos taurinos. Vaquilla pa' arriba, vaquilla pa´abajo...






Las vistas sobre el castillo de Peñafiel no tienen desperdicio.




Y la visita por el torreón cual princesa tampoco...



¿No os entran ganas de ponerlo en vuestra lista de próximas visitas?


Sobre la parada número 4 que fue la cena en la Vinoteca de Abadía Retuerta poco voy a contar, ya que espero sea mi siguiente post aunque no sin un pequeño adelanto.

Espero que os haya gustado chic@s  

¡Hasta pronto!